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8 de marzo 2017

DIA INTERNACIONAL DE LA MUJER

El Auditorio del Ayuntamiento de Albacete fue el marco donde se celebró el DIA INTERNACIONAL DE LA MUJER.



La presidenta de nuestra asociación, participó en dicho acontecimiento, leyendo el manifiesto con el que comenzó el acto. Carmen Rosa Martínez fue invitada en calidad de "Mujer mayor 2016 de Albacete.

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    Bienvenidas y bienvenidos un año más a esta conmemoración en la cual, entre otras cosas, recordamos aquel grupo de mujeres neoyorkinas de entre 19-24 años que, en 1908 perdieron su vida cuando reclamaban una igualdad salarial, la disminución de la jornada laboral a diez horas y un tiempo para poder dar de mamar a sus hijos e hijas.

    Ya ha pasado tiempo desde entonces y, afortunadamente mucho ha cambiado la situación de las mujeres en la sociedad y en el papel que jugamos en todos los ámbitos de la vida. Un buen número de mujeres a lo largo de la historia han ido dando pasos para hacer a la sociedad avanzar en el camino de la  igualdad,  involucrándose  cada  vez  más  los  hombres  en    este  camino, mujeres que han luchado para poner en valor de justicia y de equivalencia nuestro papel y posición en el siglo XXI.

    El novelista Paulo Coelho dijo una vez “ las personas cambian cuando se dan cuenta del potencial que tienen para cambiar las cosas “ ; Las mujeres, sabedoras de  nuestro  potencial, hemos avanzado,  sí y lo  hemos hecho recorriendo un lento y espinoso camino en el que hemos tenido y tenemos que demostrar cada día nuestras capacidades, aunando para ello los esfuerzos de mujeres y hombres de manera complementaria.

    Para  hablar  del  empoderamiento  actual  en  la  mujer  es  necesario recordar y reivindicar la lucha del movimiento feminista que consiguió derechos laborales, políticos, civiles de mujeres en medio mundo, quedando aún todavía mucho trabajo que hacer en otros países cuyas mujeres son relegadas a un papel secundario, no son libres para tomar decisiones y, dependen   de un varón en su familia. Mujeres a las que no podemos olvidar y a las cuales debemos respaldar en sus reivindicaciones.

    Las  mujeres  somos  más  de  la  mitad  de  la  población  mundial  y, aspiramos a ocupar un lugar relevante en nuestros entornos más cercanos, corresponsabilizarnos del progreso de nuestras sociedades desde todos los ámbitos y siempre en plena igualdad.

    Jamás viviremos en una sociedad verdaderamente libre hasta que alcancemos la igualdad real y efectiva. Esto significa poder erradicar conductas abominables  como  la  que  nos  golpea  cada  día  con  casos  de  violencia machista, mueres que en sus peores manifestaciones viven aterrorizadas y son asesinadas a manos de hombres egoístas, controladores y posesivos. Esta violencia tiene sus causas en un  lastrado concepto de  la mujer como  ser inferior y objeto de posesión, sin derecho a su propia toma de decisiones y, mucho menos a su empoderamiento personal. Las desigualdades sociales y de    género    alimentan estas concepciones y actitudes    machistas, perpetuándolas en muchas ocasiones de forma inconsciente.

    Conmemoraciones como las de hoy, declarado Día Internacional de la Mujer desde 1909, sirven como reivindicación y, para que elevemos nuestra voz en repulsa a la violencia machista y, de otras muchas prácticas que desgraciadamente se dan y son abusivas y discriminatorias para la mujer por razón de sexo : diferencias salariales   ante igual trabajo, dificultades para acceder a puestos de responsabilidad, segregación en el ámbito laboral, trata y explotación de las mujeres con fines sexuales, el injusto reparto del trabajo de cuidado que realizan las mujeres en mayor medida que los hombres, así como una infinidad de situaciones discriminatorias a las que las mujeres nos enfrentamos día a día. En este sentido, desde los distintos gobiernos y actuales políticas sociales, hemos de seguir trabajando para favorecer una cultura que proteja las condiciones familiares previniendo y eliminando la discriminación basada en la maternidad y paternidad y, en las corresponsabilidades familiares, implementando medidas como permisos especiales y excedencias para el desarrollo de tareas de crianza y cuidado de familiares.

    De esta manera conjunta debemos de seguir trabajando para favorecer sociedades igualitarias, apostando por la consecución y consolidación de los derechos laborales, civiles, sexuales y reproductivos de las mujeres.

    Hoy además y, por segundo año consecutivos, el Consejo Municipal de la Mujer y el Consejo Municipal de  los Mayores, hemos querido  unir esta celebración a la del Día de la Mujer Mayor porque mujeres somos todas y, junto a los hombres tenemos que empujar al mundo hasta la consecución de la igualdad. Con este reconocimiento queremos  mostrar nuestro agradecimiento a mujeres que, antes de  nosotras abrieron caminos de igualdad.

    Nos acompañan mujeres que viven en el medio rural, mujeres que con su capacidad de trabajo, su afán de superación y su empeño en desarrollar nuevas iniciativas de impulso que mejoren su entorno, son fundamentales para consolidar una sociedad fuerte, próspera y justa, Durante las últimas décadas la mujer rural ha evolucionado pasando de la absoluta invisibilidad a jugar un papel fundamental en el desarrollo rural. Agradecemos a esas miles de mujeres que con su trabajo anónimo están haciendo grandes nuestros pueblos, aldeas y pedanías.

    Los reconocimientos que hacemos cada 8 de Marzo tratan de evitar que mujeres importantes para esta ciudad queden olvidadas. La historia narrada desde la cultura machista, nos ha negado conocer a grandes mujeres que han transformado el mundo: científicas, políticas, artistas…que sin su aportación y trabajo nuestras sociedades no serían las mismas y, pese a ello llegan sin reconocimiento a nuestros días.

    Un  ejemplo  de  ello  sería  Sor  Juana  Inés de  la  Cruz,  esta  religiosa mejicana además de ser una de las escritoras más importantes del siglo XVII, fue una fuerte defensora del derecho de la mujer a acceder a la intelectualidad y llegó incluso a solicitar que le dejasen entrar disfrazada de hombre en la Universidad para poder cursar estudios y adquirir una cultura que anhelaba y, que entonces le estaba vetada a las mujeres.

    Recojamos  hoy,  cuatrocientos  años  después,  toda  la  vigencia  y  el acierto de este mensaje y continuemos con sabiduría y valentía nuestra tarea para ocupar el papel que, por derecho, merecemos en nuestra sociedad.

Muchas gracias

   

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