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20 de octubre 2025.

Conferencia número 2.

LA GASTRONOMÍA POTENTE HERRAMIENTA DE COMUNICACIÓN.
Francisco Montero Riquelme,
Catedrático en producción vegetal y Director de la Cátedra de Gastronomía en la UCLM.

Entrevista a nuestro conferenciante en el periódico La Tribuna de Albacete:



Francisco Montero Riquelme ofreció ayer una conferencia en el marco del curso 2025-2026 de las actividades de Aluex (Asociación de Amigos y Antiguos Alumnos de la Universidad de la Experiencia de Albacete) bajo el título 'La Gastronomía. Potente Herramienta de Comunicación'.

¿De qué manera cree que la cocina afecta actualmente a la sociedad?
Está claro que la gastronomía genera un impacto en las relaciones sociales, culturales, de hábitos y también de tradiciones.
Estamos en una región en donde el potencial cualitativo de los productos que se elaboran son los que han ido llevando de la mano a ese reconocimiento internacional, porque el nacional ya lo tenía, de platos y costumbres muy genuinos. Y lo que en otras ocasiones era un poco aprovechar determinados desplazamientos o visitas o viajes para comer algo, pues ahora estamos cambiando mucho y quizás la planificación turística empieza por la gastronomía y después a ver si vemos algo.

Por lo tanto, parece que es un cambio radical.
Totalmente. Es un cambio de mentalidad que nos ha llevado a esta nueva opción socioeconómica de viajar para comer.
Nos gusta lo nuevo, lo diferente, pero también nos gusta lo genuino, lo exclusivo y somos capaces de hacer 200 kilómetros para una comida en la Serranía de Cuenca o en Sigüenza. Hay mucho trabajo detrás de la gastronomía. Los cocineros, la restauración y todo lo que tiene ver con esta actividad culinaria forma una red muy compleja.

¿En qué afecta esto a la actividad gastronómica?
Necesitamos profesionalizar la gastronomía para seguir avanzando porque tiene una repercusión económica muy importante y porque representa un foro de empleo también muy notable. Otra cosa importante es el reconocimiento de las localidades, de las poblaciones y los territorios en ese plano. Hemos tenido como capital gastronómica a Toledo y Cuenca, y estamos cerca, o deberíamos estar muy cerca, de tener a Albacete como ciudad gastronómica también de reconocido prestigio, porque los valores ya los tiene.

¿Qué papel juega la gastronomía en la construcción de la identidad cultural de un país, o por ejemplo, de la ciudad de Albacete ?
El atascaburras o los Miguelitos, por ejemplo, puede que no tengan estrellas Michelín, pero son signos de identidad cultural tremendos que reflejan muchas cosas. Reflejan esfuerzo, compromiso, subsistencia e ingenio. Ya sabemos lo que se dice. Cada plato cuenta una historia de su tierra y sus gentes. Además, la cocina es un arte efímero y es también un continuo aprendizaje. Para que nos hagamos una idea. Hacer unas migas que estén buenísimas es realmente complejo, pero si seguimos las recetas a través de los escritos, de la tradición y de ese boca a boca de ir pasándolo de generación, al final resulta que sabe, huele, tiene la forma, el color y el aspecto de la mejor cocina tradicional. Hay que valorar lo que tenemos porque estamos en una ciudad excepcional a nivel gastronómico.



 
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